Desastres naturales y uso de tecnología satelital
25 Marzo 2022
De acuerdo a un informe privado, el número anual de desastres naturales crecerá más de un 37% para 2025. La tecnología satelital será clave para salvar vidas en economías emergentes. Las comunicaciones de emergencia deben ser más accesibles para mejores respuestas de rescate.
Access Partnership, la firma líder en políticas públicas para el sector tecnológico, publicó un impactante estudio, en el que junto a otras instituciones ligadas al Fair Tech Institute, se solicita de manera urgente a gobiernos y el sector privado a maximizar su coordinación para afrontar el creciente impacto que los desastres naturales van a tener en Latinoamérica.
Tal y como mostró el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) en su último informe, publicado en agosto de 2021, los efectos inmediatos del cambio climático a escala global son extensos, rápidos y muy acelerados. Para las ciudades en latitudes templadas, esto significaría más olas de calor y estaciones frías más cortas y severas. En latitudes subtropicales y tropicales, daría pie a estaciones lluviosas más húmedas y estaciones secas mucho más calurosas. La mayoría de las ciudades costeras se verán amenazadas por el aumento de los niveles del mar. Si bien es probable que la suma de los tipos de desastres relacionados con el clima incremente en todas las regiones, los países emergentes serán los más afectados.
Proporcionando datos únicos, el documento recientemente publicado bajo el título "El Rol de las Comunicaciones por Satélite en la Gestión de Desastres", muestra que el impacto será más severo en países emergentes, no sólo por su situación geográfica, sino por estar relativamente menos preparados para adaptarse.
El documento muestra que los desastres naturales cuestan, en la actualidad, más de USD 108.000 millones a los sectores agrícolas y ganaderos de estas economías. Si el nivel de financiamiento continúa siendo bajo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP por sus siglas en inglés) estima que la adaptación al cambio climático y los daños causados por desastres naturales costarían a los países en vías de desarrollo entre USD 280 y USD 500 mil millones por año para el año 2050, una cifra cinco veces mayor a las estimaciones anteriores.
Para reducir el impacto socioeconómico de los desastres naturales achacados al cambio climático, se alienta a los gobiernos a aumentar la inversión en infraestructura física y social y permitir la ampliación y aceleración de estrategias de adaptación transformadoras de mayor alcance. Y particularmente poseer un plan de telecomunicaciones de emergencia robusta que incluya redes satelitales.
El estudio destaca que la disponibilidad de los sistemas de comunicaciones durante situaciones de emergencia está directamente relacionada con la capacidad de responder rápidamente y salvar vidas. “Por su naturaleza no terrestre, las redes satelitales son imprescindibles para garantizar flujos de información eficientes y precisos durante una emergencia, especialmente en eventos complejos y en continua evolución”, aseguró Ivan Suarez, Senior Policy Manager en Access Partnership.
Se han realizado muchos estudios durante la última década para comprender el impacto económico y en pérdidas humanas que se observaría al reducir los tiempos de respuesta ante una emergencia natural. “Una reducción en los tiempos de respuesta durante este tipo de desastre natural tiene un impacto significativo en los costos de mortalidad, morbilidad y daños a la propiedad como demuestra. Cada segundo cuenta”, recalcó Suarez.
La adopción de nuevas estrategias y soluciones tecnológicas, como un componente crucial de la preparación para desastres, permitiría a aquellos individuos menos conectados comunicarse durante situaciones de emergencia, asegurando que las comunicaciones de emergencia sean más accesibles para mejores respuestas de rescate.
Teniendo en cuenta la falta de preparación para asumir los costos financieros y la necesidad de proteger vidas humanas en los países de bajos ingresos, se necesitan urgentemente esfuerzos de colaboración entre los gobiernos y el sector privado para mantener Planes Nacionales de Telecomunicaciones de Emergencia (NETP por sus siglas en inglés) adecuados. Con menos recursos, menos conocimientos técnicos, menos políticas vigentes, menos inversión en infraestructura, menos equipos y capacitación, las jurisdicciones de bajos ingresos son, en la actualidad, particularmente vulnerables a las consecuencias del cambio climático.
Al garantizar un entorno regulatorio propicio que permita el despliegue de nuevas soluciones de comunicaciones de emergencia basadas en satélites, los gobiernos podrán tener la oportunidad de salvar vidas y proteger a las comunidades más expuestas en estos países.