Instalan sensores medioambientales
07 Noviembre 2017
Como Londres, Tokio y Singapur, la ciudad de Buenos Aires está instalando dispositivos para medir variables medioambientales, turísticas y de transporte. Con esos datos, se pueden tomar decisiones más precisas y anticipadamente.
Aumentan la temperatura y la humedad en Parque Patricios. Los valores indican con certeza que aparecerán más mosquitos: hay que fumigar. La importancia de tener esa información en tiempo real y en forma constante permite anticiparse a los hechos y tomar decisiones acertadas y precisas antes que, en este caso, la proliferación de mosquitos escale en un problema mayor. Este es un ejemplo típico de lo que hoy se denomina una Ciudad Inteligente.
En ese sentido avanza Buenos Aires que, como Londres, Tokio, Barcelona, Nueva York y Singapur está instalando una red de sensores en toda su geografía para poder contar con un insumo esencial de las capitales modernas: los datos.
Esos sensores están instalados en 100 cajas con 10 aparatos de medición cada una. Miden variables medioambientales como temperatura, humedad, presión, velocidad y dirección del viento, lluvia, intensidad lumínica, radiación solar, gases y contaminación ambiental. Algunas cajas específicamente ubicadas en zonas turísticas de la Ciudad tienen también sensores ópticos que permiten medir flujos de personas y vehículos (autos, colectivos, camiones, motos y bicicletas).
La tercera aplicación específica de la primera etapa está orientada a mejorar el transporte en la zona comercial de Once: se va a medir y controlar que la carga y descarga de mercaderías se haga dentro del plazo de media hora establecido por la ley.
“Los sensores estarán al servicio de la vida de los vecinos. Con esta tecnología podemos tomar mejores decisiones, predecir fenómenos y, a su vez, potenciar a emprendedores y vecinos”, explica Andy Freire, ministro de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad.
Los datos que generan los sensores se transmiten por una red a una nube y pueden ser leídos en tiempo real en un tablero (dashboard) para que todas las áreas de gobierno puedan utilizarlos y tomar decisiones específicas y precisas en cada caso y con una mayor anticipación.
Las primeras cajas con sensores se instalaron en edificios y espacios públicos, como la sede del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología, el Parque de la Ciudad, el Ecoparque y los hospitales Pena, Argerich y Odontológico.
“La planificación estratégica de la ubicación de los módulos se hizo en base a datos preexistentes. Están ubicados en forma de cordones y se van concentrando hacia el centro de la Ciudad donde tenemos mayor densidad poblacional y hay mayor actividad a medir”, describe Alejandro Bollana, jefe de Producto en la Secretaría de Ciudad Inteligente, del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad.
Como forman parte de la política de datos abiertos de la Ciudad, también van a estar disponibles en los Data Sets que publica la Ciudad en su página web para que cualquier emprendedor, empresa o particular pueda utilizarlos para desarrollar aplicaciones que sean útiles para los vecinos.
“En una segunda etapa la red de sensores de la Ciudad se va a ir expandiendo, y además cada área de gobierno se puede sumar al proyecto con sus demandas puntuales para que los datos y la infraestructura sean utilizados en otras soluciones”, dice Santiago Granda, gerente de Producto de la la Secretaría de Ciudad Inteligente, del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad. “Ese es uno de nuestros principales objetivos”, concluye.