El presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Alberto Maques, recorrió las alcaidías situadas en las instalaciones del Poder Judicial de la Ciudad y así realizar un relevamiento sobre el estado en general en que se encuentran estas dependencias en cuanto a su infraestructura y funcionamiento.

El presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Alberto Maques, realizó una visita a las alcaidías ubicadas en las sedes de las calles Beruti 3345, Hipólito Yrigoyen 932, Suipacha 150 y Beazley 3860 del Poder Judicial de la Ciudad. El titulae del Consejo recorrió las diferentes sedes con su equipo de asesores y, en el caso del edificio de Hipólito Yrigoyen, estuvo acompañado por el consejero Juan Pablo Zanetta.

El objetivo de las visita fue interiorizarse sobre el estado en general en que se encuentran estas dependencias en cuanto a su infraestructura y funcionamiento, como así también tomar conocimiento sobre los distintos requerimientos necesarios para poder seguir brindando un servicio de justicia de calidad, garantizando el respeto a los derechos humanos inherentes para toda la ciudadanía.

El presidente Maques destacó que el balance de la visita a los edificios fue “altamente positivo y será plasmado en el informe que se elaborará hacia el resto de los consejeros y autoridades correspondientes”. En alusión a la nueva sede de Suipacha, Maques destacó: “Hemos realizado un recorrido integral que incluyó el acceso adonde se conservan los alimentos y el control que se hace de los mismos, el estado de las instalaciones, el consultorio médico, la sala de reuniones y demás y considero que las condiciones son óptimas para este tipo de edificios”. Y agregó: “También he observado un muy buen manejo por parte de las autoridades, no solo por la eficiencia en cuanto al tiempo y las formas, sino también por el respeto hacia los detenidos”.

Durante las visitas a las cuatro alcaidías, el presidente fue recibido por los comisarios oficiales a cargo de cada sede, quienes lo acompañaron y asistieron durante la visita. Allí no solo se recorrieron las sedes para analizar la infraestructura sino también se pudo apreciar las condiciones de seguridad e higiene, los cupos de alojamiento y cantidad de detenidos, la calidad de la alimentación y cuestiones ligadas al acondicionamiento para las visitas.