Juzgan a ex policía
20 Agosto 2019
El próximo jueves comenzará el juicio contra un ex policía metropolitano acusado de haberle disparado a la víctima en tres ocasiones con su arma reglamentaria, abusando de la función que cumplía en el servicio de custodia de una familia, en el barrio de La Boca
Un ex policía metropolitano será juzgado desde este jueves acusado de haber intentado matar a un joven en un hotel familiar para personas en situación de calle del barrio porteño de La Boca, en noviembre de 2015, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Ricardo Luis Gabriel Ayala (27), quien estará frente al Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) 1 y llegó en libertad al debate tras ser excarcelado en 2017.
El ex policía será juzgado por el delito de "homicidio agravado por el abuso de la función de miembro integrante de una fuerza policial, en grado de tentativa", en perjuicio de Lucas Cabello (23), aseguraron en la agencia Telám.
En el debate intervendrá la fiscal Irma Adriana García Netto, a cargo de la Fiscalía General 1 ante ese Tribunal.
La causa había sido elevada a juicio oral en 2016 por los fiscales Susana Calleja, a cargo de la Fiscalía de Distrito del barrio de La Boca, y Miguel Palazzani, por entonces a cargo de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin).
De acuerdo al requerimiento de ambos, el policía intentó matar a Cabello el 9 de noviembre de 2015, cerca de las 15.45, en la puerta de su casa ubicada en Martín Rodríguez al 500 del barrio de La Boca.
El imputado fue acusado de haberle disparado a la víctima en tres ocasiones con su arma reglamentaria, "abusando de la función que cumplía en el servicio de custodia de una familia".
Los fiscales hicieron hincapié en que las heridas sufridas por Cabello "pusieron en riesgo su vida y le han provocado severísimas lesiones" que afectaron su motricidad.
A pesar de las lesiones, la víctima dio su testimonio en la causa el 15 de marzo de 2016 cuando contó que salió de su casa a comprar comida, vio que en la puerta lindera estaba el efectivo integrante de la por entonces Policía Metropolitana y que éste lo miró "desafiante de arriba a abajo".
Al regresar de comprar unos sándwiches, el imputado volvió a mirarlo, por lo que la víctima le preguntó por qué lo hacía.
Tras un intercambio de palabras, donde Ayala le dijo que "se metiera adentro", Lucas ingresó al pasillo, tras lo cual escuchó "un paso fuerte".
Al darse vuelva, el joven vio al policía que le apuntaba a la cabeza con su arma reglamentaria (una Pietro Beretta Storm calibre 9 milímetros), por lo que atinó a correrse un poco para atrás y ahí sintió el primer disparo, que le rozó la pera y le entró por el cuello.
De acuerdo al testimonio, fue allí cuando empezaron a "zumbarle" los oídos y al caer al piso al piso recibió los otros dos disparos en la ingle y una pierna.
Cabello quedó inmovilizado y su esposa y otros vecinos fueron quienes lo auxiliaron, añadieron las fuentes.
Cuando fue detenido el efectivo manifestó que él disparó contra Cabello al intervenir en una presunta agresión a una vecina, que lo hizo "según los protocolos" de la fuerza y que, además, pensó que el joven estaba armado, lo que fue descartado por la Justicia.
Para los acusadores, ninguno de los testigos dijo haber observado que la víctima estuviera armada y en el lugar donde fue baleado sólo aparecieron las tres vainas servidas producto de los disparos de Ayala, quien no sufrió ningún tipo de lesión.
La pareja del joven aseguró que después del primer impacto, él cayó herido y agregó que, aunque su hija de dos años salió y empezó a llorar y gritar, el policía volvió a disparar.
Hace dos años, la Sala VI de la Cámara Nacional en lo Criminal le concedió al ex policía la excarcelación al evaluar que la demora del trámite judicial fue por cuestiones ajenas al procesado, y le redujeron la fianza que se le había impuesto originalmente en 300.000 pesos a una fianza de 100.000 pesos.