Prisión efectiva para “trapito”
26 Septiembre 2019
La Justicia confirmó la pena de prisión efectiva para un "trapito" que amenazó a un automovilista en la avenida Libertador. El hombre amenazó asegurando: “Si no pagás te voy a romper todo el auto y te voy a cagar a trompadas”.
La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional (CNCCC) confirmó la condena de prisión efectiva que se le impuso a un joven por exigir dinero y amenazar a un automovilista para permitirle que estacione su vehículo en la avenida Libertador.
Según fuentes judiciales, la Sala I de la CNCCC tuvo por probados los hechos por los que un tribunal oral condenó por amenazas coactivas a Pablo Germán Olmos, quien fue detenido “in fraganti” cuando se perpetraba el delito.
El episodio se registró la noche del 4 de agosto de 2018, cuando Olmos, según constancias de la causa penal, amenazó con golpear al conductor de un AUDI A3 si estacionaba el vehículo en avenida Del Libertador al 300 de la Ciudad
“Este lugar está reservado" le dijo Olmos al dueño del vehículo, quien se encontraba con su pareja, y le advirtió “si no pagás te voy a romper todo el auto y te voy a cagar a trompadas”.
Policías que se hallaban patrullando la zona (a los que luego se sumaron otros que acudieron ante la llamada de los damnificados al 911) presenciaron la negativa de la pareja frente a la exigencia del “cuidador” de autos y detuvieron a Olmos quien, luego se supo, registraba antecedentes penales.
“Los testigos dieron cuenta de la misma mecánica y cronología de los hechos, sin divergencias sobre ningún aspecto del suceso, por lo que resultaron contestes y coherentes entre sí”, evaluó en su momento el tribunal oral al dictar la condena de tres años de prisión efectiva.
Pero la Sala I de la CNCCC analizó otros aspectos de la personalidad de Olmos, actualmente de 37 años de edad y detenido en el Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y redujo seis meses la pena.
“La vulnerable situación socioeconómica” de Olmos, con “escasa educación formal”, frente a “las exigencias laborales de la actualidad, lo coloca en una posición de desventaja comparativa, debe ponderarse”, afirmaron los camaristas Patricia Llerena, Gustavo Bruzzone y Jorge Rimondi.