El diputado Yamil Santoro presentó en la Legislatura porteña un proyecto de ley para prohibir el "cartoneo" en la Ciudad. Argumenta que es necesario modernizar el sistema de gestión de residuos para garantizar la higiene urbana, la salubridad pública y una recolección eficiente. La iniciativa propone derogar la Ley 992 y sancionar la extracción de residuos de los contenedores.

Un nuevo proyecto de ley, presentado por el legislador porteño y actual candidato Yamil Santoro, busca prohibir la actividad de recolección de residuos realizada por recuperadores urbanos, conocida popularmente como “cartoneo”. La iniciativa apunta a “modernizar y ordenar el sistema de gestión de residuos, garantizando la salubridad pública, la eficiencia en la recolección y el tratamiento adecuado de los desechos”.

El proyecto plantea la derogación de la Ley 992 y la creación de un régimen de sanciones específicas para quienes extraigan residuos de contenedores públicos con fines de comercialización, incluyendo apercibimientos, decomisos, multas y arrestos en casos de reincidencia. “La imperiosa necesidad de preservar el orden y la higiene en la ciudad, y el reconocimiento de que ha llegado el momento de dejar de naturalizar una medida creada en un contexto de emergencia, justifican plenamente esta iniciativa”, afirmó Santoro.

Según explica el Legislador, la Ley 992, que creó el Programa de Recuperadores Urbanos, fue sancionada en el contexto de la crisis económica de 2001, para brindar una fuente de ingresos ante la alta tasa de desempleo. Sin embargo, el documento detalla que “han transcurrido más de dos décadas desde su promulgación, lo que hace indispensable revisar y actualizar su enfoque para responder a los nuevos desafíos y realidades urbanas”. El texto del proyecto destaca que en 2023 la Legislatura reformó el Régimen de Faltas para sancionar las actividades de gestión de residuos realizadas sin habilitación, estableciendo multas, clausuras e inhabilitaciones, en una línea similar a la propuesta actual.

Actualmente, la Ciudad cuenta con un sistema de contenedores diferenciados para residuos húmedos y reciclables. A pesar de ello, la actividad de los cartoneros persiste, extrayendo materiales de ambos tipos de contenedores, “generando desorden y dificultando la organización del sistema, afectando la eficiencia y la imagen del espacio público”. El proyecto también señala que la práctica expone a quienes la realizan —incluidos menores de edad— “a condiciones de salubridad precarias”, al tiempo que “obstaculiza el tránsito peatonal y vehicular”, deteriorando aún más el espacio urbano.

En ese sentido, el texto recuerda antecedentes normativos que prohibían la manipulación de residuos urbanos, como la Ordenanza 33581 de 1977 y la Ordenanza 39874 de 1984, que establecían sanciones por la remoción indebida de residuos. “La preocupación por mantener una ciudad limpia y ordenada tiene antecedentes normativos sólidos”, concluyó Santoro.