La Legislatura porteña adhirió este jueves a la celebración del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, a instancias de un proyecto impulsado por los diputados Claudio Romero y Silvia Gottero.

El 6 de abril, Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, instituido por la Asamblea de las Naciones Unidas para conmemorar el aniversario de los primeros Juegos Olímpicos iniciados en Atenas en 1896, se convierte este año en una jornada de reflexión acerca de los beneficios de promover las actividades deportivas con el propósito de equiparar derechos y alentar la paz en el mundo.

El estímulo al deporte en todas sus manifestaciones y sobre todo en el espíritu de sana competición es un deber de todo gobierno si sus aspiraciones son las de construir sociedades saludables e igualitarias.

El legislador porteño de Vamos Juntos, Claudio Romero, y la legisladora del Bloque Peronista, Silvia Gottero, acompañaron el proyecto de declaración aprobado este jueves durante la sesión ordinaria, a través del cual la Legislatura adhirió a la celebración del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, por iniciativa del legislador oficialista, Fernando Yuan.

La celebración es propicia para concientizar sobre el papel preponderante de las actividades deportivas en la promoción de los derechos humanos, en el desarrollo económico y en el social, y fundamentalmente en las áreas de salud para prevenir y curar enfermedades.

El sedentarismo es un problema humano alimentado en las últimas décadas por la inactividad de determinados puestos de trabajo que obligan a las personas jóvenes a permanecer concentradas mentalmente en el manejo de herramientas tecnológicas durante jornadas extensas, postergando la movilidad física.

Los Juegos Olímpicos resultan ser el punto culminante del deporte en su máxima expresión, ejercido profesionalmente, que refleja la preocupación de las naciones participantes por el impulso a diversas actividades físicas en sus sociedades y la excelencia de la preparación en deportes específicos.

En esos juegos se hace evidente cómo el Deporte une sin distinciones, es impermeable a cualquier tipo de discriminación, otorga mérito al esfuerzo y el talento, y establece lazos de paz y solidaridad entre los pueblos.