Día de la Prevención del Suicidio
11 Septiembre 2018
Este lunes se llevó a cabo en la Legislatura de la Ciudad una jornada donde especialistas alertaron que más de 1000 personas mueren por año en Argentina por esta causa y por día en el mundo suman casi 3000.
La Organización Mundial de la Saludo ha establecido el 10 de septiembre como el día Mundial para la Prevención del Suicidio. Por eso se realizó una jornada en el Salón Montevideo declarada de interés por la Legislatura porteña, donde especialistas alertaron que más de 1000 personas mueren por año en Argentina por esta causa y por día en el mundo suman casi 3000.
La diputada Mercedes De Las Casas (VJ) destacó el trabajo de la Fundación Aiken y del Centro de Asistencia al Suicida (CAS), que el año pasado cumplió 50 años. Estas organizaciones “son los que generan cambios verdaderos en la sociedad”, ya que van hacia “la base y raíz para que tengamos un mundo mejor todos los días”
Fernanda Azcoitia, presidenta del CAS, destacó los “niveles de consulta, los que llaman a la línea 135 de asistencia al suicida” y “las jornadas de capacitación y prevención que realizan” en escuelas y diversas instituciones. Reconoció que el “suicidio es un tema tabú y estigmatizante, pero que se habla cada vez más”.
Aldana Di Constanzo, contó que la Fundación Aiken que constituyó “se dedica al acompañamiento psicológico de niños y adolescentes en duelo” y ya lleva más de 450 personas atendidas desde hace 10 años. Son 42 voluntarios, de los cuales 22 son psicólogos.
Contó que los familiares de los suicidas tienen “sentimientos que son típicos de todos los decesos”, pero se le suma “el enojo con la persona que se quitó la vida”, “la culpabilidad por no haber hecho algo distinto”, “el alivio, cuando padecía alguna enfermedad”, “la vergüenza”, “la traición” y “el abandono”. Se piensa que “se transgredió con lo natural” y allí muchos sienten “el fracaso del rol, como yo hijo o como yo madre” de la víctima.
Di Constanzo confesó que “mi papá se murió cuando tenía 6 años” pero “mi dolor no fue en vano”, ya que fundó Aiken y pudo ayudar a esos “chicos que sufren, entienden y necesitan saber”.
El doctor Héctor Basile consideró que el suicidio se produce por “no haber percibido las señales de alerta” y que cada uno de ellos es “un fracaso para la comunidad”. Consideró que el acto llega por la convivencia con una situación traumática no resuelta, como una muerte, el bullying, el fracaso escolar, una violación, entre otras y entonces “la persona busca evadiese de ese dolor”.
Cuando se toma la decisión, que puede ser de carácter prolongada y predeterminada o por una reacción rápida o impulsiva, la persona “no tiene una esperanza”, con “una metáfora que no ve ni una velita al final del túnel”. Al que sufre, hay que demostrarle que a uno “le importa” y que le ofrece “un pecho fraterno”.
Basile alertó que “internet es lo mejor y lo peor de la humanidad”, ya que se viola la privacidad en muchos casos y hay diversos sitios donde “se organizan grupos de inducción al suicidio” y citó a los “juegos” de la “ballena” o del “momo”
Carlos Boronat, asesor científico del CAS, dijo que “es un tema que asusta, porque cualquiera puede suicidarse”. Consideró que este “es un momento muy difícil mundialmente”, ya que hay “una ruptura en las sociedades, donde hay poca solidaridad con el prójimo”.
Boronat contó que el bullying “no solo sucede en la escuela”, sino que también puede trasladarse a la familia o la empresa, cuando se “estigmatiza a una persona”, dañando su autoestima. Esta es “lo que cada uno siente de sí mismo, no lo que piensan los demás”. Por eso estimó que “el chico es fuerte, cuando no está solo, cuando es valorado y respetado”. “El suicida se siente muy solo”, afirmó el especialista.