PAMI no escucha
17 Octubre 2017
Por María Roberta Perujo Rivas
CDO de adnciudad.com
Pueden pasar los años y gobiernos y este Instituto destinado a la atención de Adultos Mayores sigue siendo un órgano de corrupción y sobre todo de abandono para sus afiliados.
Un error lo puede cometer cualquiera pero tener la intención de no escuchar es grave y más si se trata del abandono de adultos mayores con respecto a su atención médica.
La odisea que hace tres semanas estoy viviendo parece de nunca acabar. Los cientos de llamados que recibo de personas mayores reclamando por la atención de “la nueva doctora que PAMI me cambió”, tienen casi siempre la misma respuesta: el número que le dan está equivocado pero como en la mayoría de los casos son personas mayores, no todos lo comprenden y ahí es donde comienza mi búsqueda de solución.
En reiteradas oportunidades intenté comunicarme con alguien en PAMI que entienda cuál es el problema y les brinde a estos adultos mayores una solución, que sin dudas es mucho más importante que los llamados que puedo recibir a diario.
Sin embargo a través de Twitter recibí sólo en dos oportunidades respuestas automáticas que me pedían que “Para reclamos, ingrese a la página web del organismo” algo que intenté, pero para hacer cualquier tipo de gestión se necesita ingresar un número de beneficiario, algo que no puedo ingresar ya que lo no soy y mi reclamo pasa por otro lado.
También intenté llamar al teléfono de PAMI ESCUCHA, pero fue imposible ingresar al sistema por el mismo motivo, no soy beneficiario, sólo soy la damnificada por alguien que dio mi número de teléfono en lugar del de una doctora (que no voy a nombrar por respeto).
En esta pequeña investigación que debí realizar, descubrí cuál era la oficina de PAMI (Sección 10) responsable de dar mi teléfono en lugar del de una doctora. Llamé en varias oportunidades, casi tanto como llamados que recibía, sin embargo, JAMÁS ATENDIERON.
En este punto es donde me pregunto, quién se ocupa de las personas mayores que me reclamaban a mí que PAMI les había cambiado su doctora y no tenían la posibilidad de encontrarla, ya que no sólo dieron mi número, sino que el otro número suministrado tampoco atiende nadie.
Sólo quien escucha realmente a estas personas, como pude hacerlo yo en tantas oportunidades, puede tomar dimensión de lo que es dejar abandonados a sus pacientes, a sus “beneficiarios”. También a quien me dejaba mensajes en mi teléfono y sus datos, me ocupé de llamarlos para aclarar la situación y en muchas ocasiones, la respuesta era: “¿Y ahora qué hago señorita?”.
Uno de los tantos llamados fue de una señora, que me escuchó y me aseguró que ella iría a PAMI, Seccional 10 y haría el respectivo reclamo. Felizmente lo hizo y ahora sólo recibo uno o dos llamados diarios.
Más allá de todos los contratiempos que me puede ocasionar este tema, porque no debo ser ni la primera ni la última que sufre de estos “errores”, sino que me preocupa y me angustia el abandono en el que están los adultos mayores que deberían ser atendidos en PAMI.
Hoy quien maneja esta institución es alguien que manejó IOMA, una de las peores obras sociales que existen en el país y sin dudas la que tiene más denuncias por corrupción.