Repudio y Reflexión
05 Septiembre 2022
Por Lic. María Raquel Herrero
Auditora General de la Ciudad de Buenos Aires
@MRaquelHerrero
Como política y ciudadana quiero expresar mi más absoluto repudio al episodio que le tocó vivir a la Vicepresidente de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner.
La gravedad del mismo me hizo replantear muchas cosas y por ese motivo no he dado una opinión inmediatamente, con el fin de poder reflexionar sobre todo muchas de las cosas que nos pasan como país.
A partir de lo dramático y alarmante de lo sucedido, considero que la ciudadanía y la política deben estar unidas en cuanto a ciertos valores que no deben tener discusión alguna, ya que lo que ocurrió tiene una relevancia superlativa.
Espero que la Justicia pueda a la brevedad esclarecer el hecho y tomar las decisiones que correspondan porque necesitamos saber que ocurrió efectivamente. Es necesario para ello que los organismos pertinentes trabajan con celeridad, seriedad y libertad para llegar al fondo de la cuestión y dar las respuestas pertinentes.
En relación a las decisiones que se han tomado, considero que el Presidente de todos los argentinos, volvió a desperdiciar una oportunidad para unir a los ciudadanos. El haber decretado feriado nacional, fue una decisión totalmente desafortunada que nada tenía que ver con el hecho en sí.
Nuestro país vive una situación económica y social dramática que requiere del esfuerzo y el compromiso de todos para salir adelante, pero es indispensable que quienes toman decisiones comprendan esto. No fue una solución volver a cerrar las escuelas, limitar los servicios públicos y la atención en los hospitales.
La reflexión, el repudio y las muestras de apoyo podían desarrollarse sin decretar el feriado que apuntó más a frenar el ritmo normal del país para dar lugar a actos políticos que no aportan claridad ni beneficio alguno. Fue una decisión militante que dejó de lado a quienes quieren y necesitan seguir adelante.
A la gravedad de lo sucedido, esa decisión le sumó la complicación que implica que las guardias hospitalarias atiendan con muchos menos profesionales, que los chicos sigan perdiendo días de clase y que los padres no puedan trabajar por la falta de transporte público o porque tengan que quedarse con sus hijos.
¿Tan lejos puede estar la política de las necesidades reales de la gente? En muchos momentos me da la sensación que la política se preocupa y ocupa de determinadas cosas que nada tienen que ver con los problemas reales de los ciudadanos. Yo soy parte de la política, de esa "casta" que algunos mencionan, y me hago cargo también de esta crítica, por eso mismo invito a reflexionar a mis colegas sobre esta situación.
Debemos dar un salto de calidad, debemos ver la cuestión de manera más general y trabajar de una vez por todas el fondo de los problemas. La democracia, a la que hay que defender y cuidar, nos da la posibilidad de vivir en libertad pero también nos obliga a respetar todas las opiniones, nos reta a debatir con altura y consensuar en la búsqueda del bien común.
Y es justamente ese bien común el que no estamos viendo, intentando sacar provecho de cualquier situación, tomando decisiones para unos pocos o simplemente preocupándonos por cosas que no son relevantes para los ciudadanos.
Quiero resaltar un momento en donde referentes de la política nos mostraron el camino que creo, hoy debemos tomar. En 1987, Antonio Cafiero, referente de la oposición, salió al balcón de la Casa Rosada para acompañar el histórico discurso del entonces Presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín por el levantamiento carapintada, que incluyó el célebre "Felices Pascuas... La casa está en orden".
El 2 de abril de 2009, en ocasión del sepelio del ex presidente radical, su adversario político durante los años 80, Cafiero afirmó: "Yo tuve dos maestros en la vida que me enseñaron todo lo que sé o mal sé. Uno se llamó Juan Domingo Perón, el otro Raúl Alfonsín".
Esto marca a las claras que el camino en la democracia es entender que las diferentes opiniones o visiones de país, no transforman al otro en un enemigo.
Es momento que cada uno reflexione, que quienes tienen responsabilidades, porque el pueblo los eligió para conducir abran los ojos, sean conscientes de lo que pasa y tomen medidas en función de eso, recurriendo al diálogo entre todos los espacios políticos para enmarcar la realidad y los pasos a seguir acordando políticas públicas a largo plazo en temas básicos como la educación, la salud, la seguridad, el respeto a las instituciones y la tan proclamada paz social.