Importemos políticos de Chile y Uruguay
10 Septiembre 2018
Licenciado en Ciencias Políticas
Del “que se vayan todos” al “Macri gato”, los argentinos tenemos la costumbre de echarle la culpa de todos los males a la clase política.
Cuando el ex presidente Fernando de la Rúa se enfrentó con lo peor de la crisis de 2001 llamó a Domingo Cavallo, ex Ministro de Economía del gobierno anterior, y creador del sistema de conversión monetaria “un peso un dólar” que regía en ese entonces. Desde 1999 ya gobernaba otro Presidente, otro partido político, otro Congreso, pero el problema era el mismo: nadie confiaba en la Argentina. El remedio terminó siendo peor que la enfermedad.
Hoy, casi dos décadas después, la Argentina se encuentra otra vez en una encrucijada: un nuevo Presidente, un nuevo partido político, un nuevo Congreso, pero el mismo problema: nadie confía en la Argentina. Nadie confiaba en el país en 1999 ni en 2001, nadie confiaba en el país en 2015 y nadie confía hoy, en 2018.
¿Pero como hacen países como Chile o Uruguay para no tener las mismas crisis y los mismos problemas que tiene Argentina estando tan cerquita? ¿Qué sucede del otro lado de la cordillera de los Andes o del Rio de la Plata para que en esos países la gente viva mejor y sus economías tengan una cierta estabilidad?
Chile y Uruguay tienen sistemas políticos, económicos y productivos muy similares al argentino. Ubicados en la misma región del mundo, tienen suelos parecidos, un clima similar. Los recursos económicos son muy similares también: el vino chileno es igual de bueno que el vino argentino y la carne uruguaya igual de buena que la carne argentina. Hasta los inversores extranjeros que buscan invertir en economías como las de esta región suelen ser los mismos.
Entonces, ¿qué hay de distinto entre Chile, Uruguay y Argentina? Bueno, una diferencia obvia es que en Chile hay chilenos, en Uruguay hay uruguayos y en Argentina hay argentinos. Cualquier argentino que viaje a Chile por negocios, confía en Chile y en los chilenos. Cualquier argentino que viaje a Uruguay por negocios confía en Uruguay y en los uruguayos. Cualquier chileno o uruguayo que viaje a la Argentina por negocios…bueno…
Si el problema son los políticos, importemos políticos. Si el problema es Macri, importemos otro presidente: ¿Bachelet o Piñera? Hay de todos los colores e ideologías. Al ex presidente uruguayo Jorge Batle ya no lo podemos llamar porque falleció hace dos años, aunque seguro no hubiera aceptado. Ya sabemos que pensaba de los argentinos…de todos los argentinos…
¿Quién sería el político latinoamericano con mejor imagen de los últimos 20 años? Jorge Mujica? Si el problema es Macri, importemos a Pepe Mujica para que gobierne el país y listo, problema solucionado…
Salvo que pensemos que, en el fondo, el problema es un poco más profundo. Los políticos no nacen de un repollo. Nacen de una sociedad. Cincuenta, setenta, ¿cien años pariendo malos políticos? ¿Todos? ¿Tanta mala suerte tenemos?.
Quizás el problema sea otro.