Eduardo Angeloz, un auténtico demócrata
24 Agosto 2017
Subsecretario de Justicia de la ciudad de Buenos Aires
El doctor Eduardo César Angeloz, tres veces gobernador de Córdoba y candidato a presidente por la Unión Cívica Radical en 1989, fue un político de raza que abrazó los ideales del radicalismo desde su más temprana juventud y protagonizó una extensa trayectoria política en el curso del convulsionado tiempo que le tocó vivir.
Angeloz fue un demócrata a carta cabal, que supo adquirir relevancia en un partido, como el radicalismo cordobés, que fue una escuela de grandes dirigentes, en la huella dejada por ese extraordinario gobernador que fue Amadeo Sabattini. Desempeñó todos los cargos partidarios y cuando le tocó ocupar el Poder Ejecutivo desarrolló una labor fructífera y progresista, que le granjeó el respeto no solo de sus correligionarios sino también de sus circunstanciales adversarios, que encontraron siempre en él a una personalidad que privilegiaba el diálogo, el respeto y la búsqueda de consensos. Fue natural, entonces, que en 1989 la Unión Cívica Radical lo ungiera como candidato presidencial. Le cupo ejercer esa representación en medio de las enormes dificultades que afrontaba el gobierno de Raúl Alfonsín en sus postrimerías. Perdió frente a Carlos Menem, pero tuvo el coraje de realizar una campaña basada en la verdad y ajena a toda demagogia, en la que advertía la necesidad de una política económica fiscalmente responsable, que prescindiera de gastos superfluos e improductivos, para volcar los recursos en aquellas áreas imprescindibles, como la salud, la educación o la ayuda social a los más desfavorecidos.
También dio el doctor Angeloz un claro ejemplo cívico cuando, siendo investigado por una denuncia penal mientras era senador nacional, solicitó su propio desafuero y solo reasumió sus funciones legislativas cuando fue sobreseído en todas las causas que se le seguían. Es una conducta que hoy deberían adoptar algunos dirigentes que se presentan como candidatos a cargos legislativos al solo efecto de gozar de inmunidades. Angeloz honró a su partido y honró a la Argentina. Fue un demócrata convencido y un político que supo ver la necesidad de avanzar decididamente en un proceso de desarrollo económico y equidad social adaptando los viejos principios a una realidad nueva, que hoy como hace treinta años, nos exige dejar de lado las anteojeras ideológicas para encontrar con inteligencia las soluciones que mejoren la calidad de vida de los argentinos.