Con la detención de un peligroso delincuente y el secuestro de gran cantidad de armamento, incluida una pistola ametralladora, la Policía de la Ciudad desarticuló una organización narcocriminal que mantenía amenazados a los vecinos del Barrio Cildáñez, en Parque Avellaneda, con el objetivo final de dominar la zona para la venta de estupefacientes.
Se trata de la banda cuyos integrantes el 18 de octubre del año pasado balearon el frente del centro de primera infancia la “Tortuga Manuelita”, que gestó una pesquisa por parte de la División Investigaciones de Organizaciones Criminales (DIOC) de la Policía de la Ciudad junto a la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 39, a cargo del Dr. Hernán Gustavo Biglino.
El fin de semana último los detectives de la DIOC llevaron adelante tres procedimientos en tres viviendas dentro del barrio, donde fue detenido uno de los delincuentes, de 42 años, y en una de las casas fueron halladas las armas.
"Quiero destacar y felicitar el arduo trabajo realizado por la División Investigaciones de Organizaciones Criminales de la Policía de la Ciudad en la detención de este peligroso delincuente y la desarticulación de esta banda criminal que atemorizaba a los vecinos del barrio Cildáñez. Seguiremos trabajando para garantizar la seguridad de nuestros vecinos y construir una sociedad en la que prime la paz, la justicia y el respeto por la ley. No daremos tregua a los delincuentes”, afirmó el ministro de Justicia y Seguridad Eugenio Burzaco.
Tras el trabajo de varios meses desde aquel ataque al centro comunitario, los oficiales con tareas encubiertas detectaron los lugares donde los delincuentes se movían por lo cual el Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas 14, a cargo de la Dra. María Carolina De Paoli, Secretaria de la Dra. Ludmila Lanzin, dispuso los allanamientos.
Los efectivos de la DIOC junto a grupos de contención de la Policía de la Ciudad detuvieron al delincuente y secuestraron una pistola ametralladora FMK3 con cargador y 23 cartuchos a bala, una pistola calibre 11.25 con cargador y cuatro 4 cartuchos, un revólver calibre 32 largo y una pistola calibre 38 con numeración suprimida y silenciador.
De acuerdo a la investigación que hicieron los detectives luego de aquel ataque al centro de primera infancia en octubre último, con esa ametralladora se paseaban los delincuentes durante la noche para mostrar poder ante los vecinos.
Amedrentaban a los vecinos con sacarles viviendas y hasta impedirles acceso a cable o internet, siempre con el objetivo de tener dominio para el comercio de la droga. Con ese cometido se produjo aquel ataque a tiros al centro Tortuga Manuelita.
Gracias a estos trabajos, semanas atrás se había logrado detener a otro de los integrantes de la organización, sindicado como uno de los jefes de la banda, que quedó a disposición del magistrado interviniente.