Enríquez coincidió con Lorenzetti
07 Marzo 2018
El diputado nacional Jorge Enríquez, participó de la apertura del año judicial y coincidió con las palabras del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti. “Los argentinos esperamos de nuestro sistema judicial soluciones concretas más que bellas palabras”, dijo.
El diputado nacional, por la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Enríquez al participar del acto en el que el presidente de la Corte Suprema pronunció un discurso con motivo de la apertura del año judicial, manifestó: “Comparto plenamente los aspectos fundamentales del mensaje del doctor Lorenzetti. Los argentinos esperamos de nuestro sistema judicial soluciones concretas más que bellas palabras. El acceso a la justicia se facilita por muchas vías. Una de ellas es la modernización de los procesos. En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires hace años que se transita por el buen camino en materia procesal penal, con un sistema acusatorio que brinda las mayores garantías y al mismo tiempo privilegia la celeridad y la búsqueda de la verdad”.
Y agregó: “También es imprescindible acelerar la introducción de tecnología. Los magistrados deben apreciarla como una oportunidad de trabajar más eficazmente, sin perder nada de la ponderación jurídica que es su función insoslayable. Una mejor administración de los recursos servirá, asimismo, para que las prestaciones del servicio de justicia lleguen más adecuadamente a toda la sociedad”.
Para Enríquez, “es saludable en tal sentido el programa de reformas impulsado por el Ministerio de Justicia de la Nación, que tiende entre muchos otros temas a extender la oralidad a todos los procesos y a simplificar los trámites procesales. Desde el punto de vista de la seguridad, tiene razón el doctor Lorenzetti al refutar la fácil dicotomía de mano dura o mano blanda. Lo que se necesita es ni más ni menos que aplicar la ley con rigor y razonabilidad”.
Para finalizar el legislador nacional señaló: “Hay que conciliar las garantías del debido proceso con el derecho de la sociedad a defenderse, mediante la actuación de sus fuerzas de seguridad, de quienes pongan en peligro la convivencia pacífica. Ciertas doctrinas han confundido en los últimos años a algunos operadores del Derecho, poniendo un exagerado énfasis en la protección de quienes delinquen y dejando en la intemperie jurídica a quienes son agredidos por ellos. Es hora de volver al cauce del sentido común”.