Lo dijo la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, al remarcar su rechazo al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que se vota este miércoles en el Senado. “Yo, en lo personal, tengo que decir que si la ley no se vota hoy voy a estar más aliviada”, agregó.

La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, volvió a marcar su rechazo al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que se vota este miércoles en el Senado. “Yo, en lo personal, tengo que decir que si la ley no se vota hoy voy a estar más aliviada, porque estoy seriamente en contra de la ley”, sostuvo durante una entrevista con Radio Mitre.

Antes de marcar esa postura personal, Vidal se enfocó en lo que, dijo, serían los problemas que tendría el Estado bonaerense para implementar la ley tal cual se aprobó en Diputados. “Me parece que hay cuestiones que le van a generar dificultades al Estado”, indicó.

En primer lugar, apuntó a la objeción institucional: dijo que si los sanatorios privados se negaban a realizar la intervención, “esa persona” termina en el hospital público, ya aquejado por múltiples falencias.

También cuestionó que el texto sea “muy reglamentarista”, al exigir que el hospital de una respuesta en cinco días a la mujer que se presente con un embarazo de hasta 14 semanas. Si la intervención derivara en una cirugía, puso como ejemplo, debería competir con otras operaciones ya pautadas

Luego planteó reparos a la figura del “adulto” que puede acompañar a las menores que pidan la interrupción de un embarazo. Pero, finalmente, volvió a marcar preocupaciones por otras realidades que circundan el debate: desde el aumento del embarazo adolescente hasta la suba de casos de sífilis entre los jóvenes, derivado del rechazo a usar preservativos.

La entrevista transcurrió durante el pase entre Marcelo Longobardi y Jorge Lanata y le permitió a Vidal explayarse sobre algunos de los frentes de tormenta que atraviesa el país, Cambiemos y su gestión.

Además de su rechazo a la legalización del aborto, Vidal se mostró tajante cuando fue consultada por los aportantes truchos de la campaña de Cambiemos en 2017, que luego de la investigación inicial del periodista Juan Amorín hoy se tramita en tres juzgados federales.

En particular, la gobernadora fue terminante al criticar la “utilización política” de la denuncia. “Quieren instalar que somos iguales: yo no soy Cristina, no soy una abogada exitosa con un patrimonio que explicar. Yo estoy más pobre que cuando llegué a la gobernación”, dijo.

“Tengo la tranquilidad de poder mostrar toda mi vida: que me den vuelta, llenen los juzgados de denuncias. No soy igual que ellos, no lo van a poder instalar”, insistió, para afirmar que sus secretarios no tienen propiedades en Miami ni sus ministros, cuentas en el exterior. “Yo libero a la AFIP de liberar todo mi secreto fiscal”, se envalentonó.

También apuntó al Congreso: “Le digo a los diputados y senadores: pónganse los pantalones y hagan una ley que transparente el sistema de campañas”. En ese sentido, dijo que la política se niega a dar ese debate y “poner sobre la mesa quién paga el costo de la política”.

Sin embargo, fue breve sobre el eje de la cuestión: la existencia de aportantes truchos y falsos afiliados a Pro, muchos de ellos beneficiarios de planes sociales, en la campaña de 2017. Dijo que ella era gobernadora, no candidata. “No me ocupé de la rendición de los fondos”, agregó. Pero marcó que dio "la cara" y echó a Fernanda Inza, tesorera de Pro, a quien acababa de designar al frente de la Contaduría General bonaerense.

La saga de los cuadernos de las coimas revelada por el diario La Nación ocupó otro tramo de la entrevista. “Creo que es bueno, más allá de que duela, como todo proceso de cambio profundo, es difícil, es doloroso”, dijo sobre las novedades que aporta la causa. “Hay una sensación de que la Justicia está avanzando, con sus tiempos y lentitudes, y eso genera una esperanza en la gente”, completó.

Pero también se refirió a Ángelo Calcaterra, el primo del presidente Mauricio Macri, que admitió haber aportado fondos para las campañas del kirchnerismo desde Iecsa, la constructora que luego vendió a Marcelo Mindlin.

“Me pareció bien que se presente y se haga cargo. Y que además lo admita públicamente. Yo no recuerdo en la historia argentina un empresario que se haga cargo y no responsabilice a su gerente”, afirmó Vidal.

“Ya me había parecido bien que vendiera su empresa cuando el Presidente ganó la elección”, agregó, para solidarizarse con Macri. “Obviamente es doloroso para el presidente tener un familiar en esta situación”.

Al comienzo de la entrevista, Vidal pidió hablar sobre la explosión en la escuela N° 49 del barrio San Carlos, en Moreno, en la que murieron la vicedirectora Sandra Calamano y el portero Hernán Rodríguez.