Cocaína rusa
21 Agosto 2018
Este martes, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich encabezó, junto al jefe de la Gendarmería Nacional, Gerardo Otero, la destrucción del cargamento de 389 kilos de cocaína decomisados en la embajada rusa el pasado febrero.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, encabezó junto al embajador de Rusia en Argentina, Dmitry V. Feoktistov, y el jefe de la Gendarmería Nacional, Gerardo Otero, la destrucción de los 389 kilogramos de cocaína secuestrados en la embajada rusa en febrero de este año tras una extensa investigación.
La actividad se llevó a cabo en el crematorio del Cementerio de la Chacarita y contó con la presencia de los secretarios de Seguridad, Eugenio Burzaco, de Coordinación, Formación y Carrera, Alberto Föhrig, y de Protección Civil, Emilio Renda; el titular de la Unidad de Coordinación General, Gerardo Milman; los subsecretarios de Control y Vigilancia de Fronteras, Matías Lobos, de Políticas de Seguridad e Intervención Federal, Darío Oroquieta, y de Lucha Contra el Narcotráfico, Martín Verrier.
“Esta fue una operación de alta complejidad y jerarquía internacional en la medida en que se sustituyó la cocaína por harina y se envió el cargamento a Rusia. Así se logró desarticular toda la organización tanto en Argentina como en Rusia”, explicó la ministra Bullrich.
“Lo más importante fue la cooperación y el trabajo en equipo para garantizar el éxito del operativo. Se trata de un cargamento de unos 80 millones de euros que hoy va a ser destruido”, agregó.
Por su parte, el embajador Dmitry V. Feoktistov dijo: “Esperamos poder seguir trabajando y cooperando entre Argentina y Rusia aún más y poder avanzar en la lucha contra las drogas”.
La investigación del caso duró más de un año y resultó de la cooperación entre los Ministerios de Seguridad de Argentina y del Interior de Rusia, el juez Julián Ercolini, los fiscales Eduardo Taiano y Diego Iglesias y la Gendarmería junto con la Policía rusa.
Los 389 kilogramos de cocaína –de máxima pureza y sellados con el logo de una estrella- fueron incautados dentro de las instalaciones del Colegio Adjunto de la Embajada rusa en Argentina y posteriormente sustituidos con harina para una posterior entrega vigilada en Rusia.
Posteriormente, las valijas que contenían la droga fueron marcadas con dispositivos de rastreo interno y externo y fueron monitoreadas hasta diciembre de 2017, cuando partieron en un vuelo a Rusia.
Al arribar, las valijas fueron resguardadas en el Ministerio del Interior ruso mientras se aguardaba que se presentaran los integrantes de la banda a retirar la carga. Allí fueron detenidos dos hombres cuando se presentaron a retirar las valijas y, simultáneamente, se aprehendió a un tercer integrante en Moscú. En Argentina, fueron detenidos otros dos hombres clave en todas las maniobras realizadas en la embajada y a menos de un mes del operativo cayó el líder de la banda en Alemania, que estaba prófugo y con pedido de captura internacional.