Enríquez repudió escraches
24 Octubre 2018
Los escraches sufridos los últimos días por el procurador General de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, y el periodista Luis Majul, mediante afiches, fueron repudiados por el diputado nacional Jorge Enríquez.
El diputado nacional de Cambiemos por la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Enríquez, presentó un proyecto de declaración para repudiar los escraches sufridos por el procurador General de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Julio Conte Grand, y el periodista Luis Majul, mediante afiches anónimos aparecidos hace unos días en la Ciudad de Buenos Aires. Los afiches contenían foto de ambos y de la esposa de Majul, con la siguiente leyenda: “Este es Conte Grand, cuñado de Majul, apretador y extorsionador de jueces y fiscales. María Conte Grand esposa de Majul y empleada de Gabriela Michetti. Periodista independiente”.
En los fundamentos de la iniciativa, Enríquez sostuvo: "Quienes mandaron a publicar esos carteles se refugiaron en la cobardía del anonimato. Pero sus burdos textos no alcanzan ni a rozar el prestigio de las personas a las que intentaron manchar. En efecto, el doctor Conte Grand es un reconocido jurista, con una vasta trayectoria profesional tanto en el sector público como privado, y una destacada actividad académica. Su tarea en la Procuración General de la Provincia ha cosechado logros significativos, reconocidos por la comunidad y aun por numerosos miembros de la oposición. En cuanto a Majul, se trata de una figura ampliamente conocida por el público, ya que desde hace décadas desempeña una labor relevante en el periodismo político, al que ha contribuido con importantes investigaciones mediante artículos, libros e intervenciones radiales y televisivas".
"Por lo demás -agregó el legislador-, la información que dan los anónimos “escrachantes” es falsa. La mujer de Majul no es hermana, sino prima tercera de Conte Grand, y no trabaja desde hace mucho tiempo con Gabriela Michetti. Pero en épocas de “posverdad” estas aclaraciones son irrelevantes para los difamadores, cuya intención es lesionar el honor de otros, no describir la realidad. No hace falta tener las mismas ideas que Conte Grand y Majul para repudiar el método indigno del que fueron víctimas. Es un imperativo moral para cualquier demócrata que aspire a vivir en un Estado de Derecho", finalizó Enríquez.