Bonafini sin límites
11 Enero 2019
Al parecer quien se arrogó siempre ser líder de los derechos humanos, cruzó un nuevo límite. En esta oportunidad, sin inmutarse, pidió que las pistolas Taser sean probadas en niños, más precisamente en los hijos de Mauricio Macri, de María Eugenia Vidal y los nietos de Patricia Bullrich.
Hebe de Bonafini dejó de ser –si alguna vez realmente lo fue- una defensora de los Derechos Humanos, su odio y desprecio a quien no piensa como ella, han quedado en evidencia cada vez que da un discurso en su “Marcha de los Jueves”.
Su odio queda siempre reflejado en sus palabras, en esta oportunidad Bonafini pidió que las pistolas Taser que el Gobierno nacional pretende comprar para equipar a las fuerzas federales que custodian aeropuertos y estaciones de trenes, sean probadas en inocentes y menores de edad, como los hijos de Mauricio Macri, de María Eugenia Vidal y los nietos de Patricia Bullrich.
"Ustedes vieron esta cosa de las pistolas que van a usar, que no matan. Yo, como no matan, quiero que las prueben con la hija de Macri, los hijos de la Vidal y los hijos, nietos y parientes de la Bullrich", lanzó la dirigente durante su habitual discurso de los jueves en Plaza de Mayo.
Y agregó: "Que los pongan ahí y que les tiren, a ver si no matan. Es la única manera que les voy a creer".
Claro que lo que no dijo es que las pistolas serán utilizadas contra delincuentes, no contra inocentes y mucho menos contra menores de edad. Pero parece que para la “señora de pañuelo blanco” es lo mismo un delincuente a los hijos de los funcionarios que no piensan como ella.
En su derroche de odio la presidente de Madres de Plaza de Mayo llamó a "quemar los campos de los ricos". En este caso, el enojo de Bonafini estuvo vinculado a una supuesta autorización oficial para usar glifosato en campos de la provincia de Buenos Aires.
Bonafini, quien goza de una impunidad absurda, aseguró: "Empecemos a quemar los campos de los ricos para que no tiren más glifosato. Quememos la soja", sostuvo. Y cerró: "Si tenemos coraje, hay que acompañar a la gente, quemarles los campos. Que se los quemen, que no puedan recoger nada, que recojan cenizas. Vamos a ver cuándo quememos unos cuantos campos si van a seguir tirando glifosato".