“Vamos a dar vuelta la elección”
20 Octubre 2019
Así lo afirmó el presidente Mauricio Macri al encabezar el acto de cierre de la marcha del #Sísepuede en el Obelisco ante una multitud de personas con banderas argentinas, que -más allá de alguna alusión a la ex presidente Cristina Kirchner- no se cansó de gritar “Mauricio la da vuelta”.
Emocionante. Así fue la marcha del millón. Nadie que haya sido parte puede negar la emoción que provocaba ver cientos de miles de personas con sus banderas argentinas llegando al Obelisco un sábado a la tarde en un día que bien podría haberse denominado peronista.
El sol ayudó para que desde varias horas antes las inmediaciones del emblema porteño se empezara a poblar de personas que optaron mayoritariamente por el transporte público para llegar. Muchos adultos mayores, incluso algunos con problemas de movilidad, soportaron varias horas hasta que llegó el presidente Mauricio Macri a dar su discurso, el único de la tarde.
Cuando la gente ya se impacientaba apareció Macri. “Es impresionante verlos, ¡miren cuántos son!”, celebró junto a Miguel Ángel Pichetto (a quien destacó especialmente por su compromiso y su valentía) y su mujer Juliana Awada, a quien agradeció su acompañamiento y la gente gritó “hechicera”.
“En este octubre histórico ustedes se han hecho escuchar y han salido a la calle como nunca y esa es la fuerza de la Argentina. Por eso vamos a dar vuelta la página de la frustración, vamos a dar vuelta la elección y vamos a dar vuelta este país para siempre”, aseguró.
En un mensaje que pronunció desde el escenario montado en la Avenida 9 de Julio, a metros del Obelisco, el líder de Juntos por el Cambio sostuvo: “Tenemos que transformar toda esta energía única que nos trajo hasta acá y toda esta convicción para transmitirla”.
“Hay que decirles a todos nuestros amigos, que tal vez todavía estén enojados o dudando, que los necesitamos, no yo como persona, sino todos los argentinos, porque lo que se define el 27 de octubre es mucho más que si gana un candidato u otro. Se define cómo los argentinos vamos a vivir y en qué sociedad vamos a compartir el futuro con nuestras familias”, aseveró.
La “marcha del millón” tuvo como epicentro esta tarde a la ciudad de Buenos Aires con la multitudinaria convocatoria que se dio cita en la Avenida 9 de Julio, mientras que, simultáneamente, se realizaron marchas en más de 30 ciudades del interior del país.
Además, la movida se replicó en distintas ciudades del mundo con movilizaciones de residentes argentinos locales que también quisieron manifestarse públicamente para apoyar el “Sí se puede”, como en Madrid, Barcelona, Montevideo, Ciudad de México, Londres, Paris,Tenerife y Melbourne, entre otras.
Macri señaló que “tenemos que salir a convencer” acerca de todo lo que está en juego en estas elecciones y destacó la importancia de que estos comicios registren “la mayor asistencia de votantes desde 1983”.
Advirtió también: “Tenemos que lograr que nos respeten, no queremos prepotencias en las mesas”, y afirmó que con ese objetivo “nos vamos a ocupar de fiscalizar” en todas las mesas del país.
Macri sostuvo en su discurso que “llegar acá fue mucho más difícil de lo que pensábamos, porque los problemas eran mucho más profundos de lo que imaginábamos y resolverlos lleva tiempo, ustedes lo saben”.
“Pero no nos equivocamos cuando creímos que el cambio es posible y en ver el potencial infinito que tenemos como sociedad”, señaló.
Afirmó además: “Demostramos que podemos hacer obras en todos los rincones de la Argentina, sin corrupción y con ingeniería argentina y demostramos que podemos tener políticas sociales sin clientelismo llevando el Estado adonde no llegaba”.
“Demostramos que se puede gobernar sin generar miedo ni odio y este esfuerzo valió la pena, porque hoy estamos mejor parados para crecer, solucionamos problemas estructurales y estamos sobre bases sólidas”, agregó.
Macri previno sobre el riesgo de caer en “los espejismos y en las mismas promesas vacías de aquellos que tantas veces nos defraudaron”.
También alertó sobre el peligro de volver al país “de los abusos que ya no queremos más” y de “los privilegios defendidos con patotas”.
Macri sostuvo que es momento de decir “no más a la resignación y a seguir desperdiciando oportunidades”.
“No queremos volver a repetir la misma historia una y otra vez. Estamos acá para decirle a todos los argentinos y al mundo entero que sí se puede”, remarcó.
“Y estamos acá también para decir que no nos vamos a quedar callados viendo como nos roban el futuro, con deditos, con canchereadas, con soberbia, con esa forma de concebir el poder que muchos argentinos rechazamos”, agregó.
“No dejemos que las dificultades nos hagan dudar de lo que logramos. Sigamos adelante. Yo estoy acá para defenderlos y que nunca más se tengan que resignar, porque sí se puede, claro que se puede, queridos argentinos”, exclamó el Presidente.
Hubo cantitos que pedían “que vaya presa” Cristina y el reclamo por “Justicia”, pero la mayor parte fueron por la positiva. Ni que hablar del Himno Nacional que hizo emocionar a más de uno. Muchos de los que participaron de la marcha seguramente consideran que es verdad que “Mauricio la da vuelta” como cantaron una y otra vez, otros fueron para demostrar que hay un sector del pueblo que, pese a las dificultades actuales y los errores que ha cometido este gobierno, valoran la libertad por sobre todas las cosas.
Desde el Gobierno la convocatoria superó las expectativas y algo les quedó claro: los fiscales cuidarán los votos del oficialismo para sumar los más posibles e intentar lograr llegar a la segunda vuelta. Si no es así, al menos Macri dejará el gobierno con un capital político importante para afrontar lo que venga después.
Antes hablaron mínimamente un afónico Pichetto, Hernán Lombardi, Marcos Peña (que reconoció que hubo problemas en el subte y en el tren para que la gente pudiera llegar) y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, quien subió al escenario acompañado por su mujer y por el vicejefe de Gobierno Diego Santilli y su esposa.
Mientras hablaba Larreta, al costado del escenario y a la altura de Lavalle, empezó a producirse un tumulto. Llegó la columna de funcionarios, legisladores y dirigente de la provincia de Buenos Aires y se trató de hacer un pasillo para que pudiera pasar la gobernadora María Eugenia Vidal. Fue tanta la gente y la intensidad con la que gente trató de saludar a Vidal que se abortó el intento y la Gobernadora terminó arriba de la caja de la camioneta de Alberto, un vecino de Laferrere. “Ahora, ahora, Vidal gobernadora”, le cantaron una y otra vez.
Incluso, en un momento, ese grito interrumpió el discurso que daba el Presidente, que atinó a agitar el micrófono en modo de arenga. “Qué lindo escucharlos. Ustedes saben lo que ella vale”, destacó, cómplice, el Jefe de Estado.
Tal fue el revuelo que generó la presencia de Vidal que hasta hubo alguna que otra persona que dudó de que realmente fuera ella. “Es para distraer”, argumentaron los más afines a ver en todos lados alguna operación para perjudicar a Macri.
Llamó la atención también la presencia de Juan Méndez dirigiendo el tránsito en Corrientes y Talcahuano. Sí, el propio Secretario de Tránsito de la Ciudad orientaba a la gente para transitar con los vehículos por la zona, cual voluntario.
También se vio a la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley llegar junto a su esposo el jefe de Gabinete bonaerense Federico Salvai, arribar al Obelisco en moto.
No fueron los únicos funcionarios que decidieron mezclarse entre la gente junto a sus colaboradores. Sin duda la ministra de Seguridad Patricia Bullrich fue una de las más requeridas para sacarse fotos.