Finalmente trasladan a Coco
07 Marzo 2022
El mono rescatado en una casa en el barrio de Belgrano, finalmente será llevado a un centro especial para animales con discapacidad en la provincia de Córdoba, el próximo martes. El traslado estará en manos de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del Dr. Carlos Rolero Santurián.
Coco, el mono rescatado en un domicilio de la calle La Pampa al 3100 en donde se organizaban fiestas, será trasladado el próximo martes 8 de marzo a un centro especializado en el tratamiento y la recuperación animal denominado “Proyecto Carayá”, ubicado en la localidad de La Cumbre, en la provincia de Córdoba.
El traslado estará en manos de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del Dr. Carlos Rolero Santurián. La diligencia será acompañada por un médico veterinario especialista en fauna silvestre de la Oficina de Fauna del Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina y personal del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
Cabe recordar que, desde su rescate, Coco se encuentra en rehabilitación en la ONG Pájaros Caídos, con apoyo permanente de especialistas que trabajan para su recuperación. El animal fue evaluado en la etapa de tratamiento y rehabilitación por distintos profesionales de la medicina veterinaria quienes dieron su opinión sobre la evolución y las condiciones para su traslado para proseguir con su mejor recuperación.
Coco es un mono carayá de al menos 5 años, que fue rescatado gracias a un allanamiento realizado en un domicilio en la calle La Pampa al 3100, que contaba con numerosas denuncias por ruidos molestos y organización de fiestas hasta largas horas de la noche. Durante el procedimiento, se encontró al animal encerrado en un armario sin luz, agua ni ventilación y en pésimas condiciones de salud.
Resulta importante destacar, además, que la titular del Juzgado PCyF N° 4, Dra. Rocío López Di Muro, hizo lugar a la petición de la Fiscalía de considerar a los animales, por su esencia, como seres sintientes, para resolver la cuestión. Fundamentó en su resolución que los animales son merecedores de la más amplia protección jurídica dada su condición de víctimas y sujetos –no humanos-. Y que al no poder accionar por sí mismos, son los seres humanos quienes deben representarlos ante la vulneración de sus derechos.