Recorrida por Centro de Inclusión Social
26 Julio 2022
El Centro de Inclusión Social “BepoGhezzi”, en Parque Patricios, es uno de los 38 dispositivos que atienden a los que lo necesiten, especialmente los días más fríos del año. Los usuarios encuentran allí una cama, duchas calientes y elementos de aseo, cuatro comidas diarias y la contención de los voluntarios y profesionales.
Andrés Calvo es correntino. Hace un par de años viajó a Buenos Aires a probar suerte, en busca de ese trabajo que le permitiera salir adelante en la vida. Pero poco tiempo después de llegar estalló la pandemia de COVID-19, la búsqueda de empleo se complicó, se le acabó el dinero que había traído y pronto se vio viviendo en la calle. Cansado del frío, pidió ayuda y lo llevaron al Centro de Inclusión Social “BepoGhezzi”.
Ubicado en Parque Patricios, es uno de los 38 dispositivos de alojamiento permanentes que tiene la Ciudad para atender a personas en situación de calle, que suman un total de 3.000 plazas. Allí, los usuarios encuentran, además de una cama, duchas calientes, elementos de aseo personal, cuatro comidas diarias, talleres para contención psicológica, así como también para la inserción social, laboral y oportunidades de revinculación familiar. Además, desde el inicio de la pandemia se sumaron tres centros de emergencia en Parque Roca I, II, III.
José Américo “Bepo” Ghezzi fue un famoso linyera tandilense nacido en 1912 que vivía en las calles de Buenos Aires como otros 300.000 inmigrantes del interior del país. El Centro de Inclusión Social que lleva su nombre acaba de ser remodelado. Se realizaron obras de impermeabilización, aislación, revestimiento, pintura, colocación de zócalos, y climatización. Su capacidad ya llega a 50 plazas operativas, para dar alojamiento, alimentación, higiene y atención profesional a personas que se encuentren en situación de calle y/o vulnerabilidad social.
Durante el último año, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat realizó obras de infraestructura en 3 de los Centros de Inclusión de gestión propia más grandes: Costanera Sur, Hogar Félix Lora y el mencionado BeppoGhezzi. Además, se realizaron convenios con nuevos dispositivos que incrementaron la aceptación del traslado para las personas que lo necesitan.
"Me gusta este lugar, está muy bueno porque me está ayudando en varias cosas. Pero ya quisiera conseguir algo mejor para estar establemente en la sociedad", cuenta Andrés parado al lado de su cama. Señala hacia arriba y apunta a un tubo: "De ahí sale un aire calentito. Dormís cómodo, dormís 10 mil veces mejor que en la calle. Tranquilo", describe.
Cecilia Ametrano Tarrees coordinadora en el “BepoGhezzi”, donde reciben a hombres de 18 a 59 años. "El objetivo principal es atender todas sus necesidades básicas. Y en función de que ellos puedan reestablecerse, trabajar con los equipos de profesionales, psicólogos, trabajadores sociales, se intenta una reinserción social que generalmente es a través de lo laboral", explica.
Trabajan especialmente en junio, julio y agosto, cuando las temperaturas bajan y se activa el Operativo Frío. En esos días se refuerzan las salidas a la calle de voluntarios y profesionales a buscar a aquellas personas que tengan el deseo y la voluntad de ir a un lugar donde poder dormir, comer y refugiarse del frío.
Los usuarios encuentran también en los paradores armarios de metal para guardar sus pertenencias, auditorios para cursar los talleres y toda la contención de los voluntarios y profesionales que trabajan allí. Hoy, la red de Centros de Inclusión cuenta con más de 1.500 personas entre hombres y mujeres solos, mujeres con niños y familias.
Natalia Molinaro es una de las psicólogas que trabaja en los equipos profesionales. "Contamos con diversos talleres. Hay de capacitación laboral, capacitaciones de empleo. También tenemos talleres de alfabetización que tienen un marco de taller literario. El vínculo es de orientación, de acompañamiento y seguimiento. Y más que nada contención social y psicológica", enumera.
“La calle no es un lugar para vivir, mucho menos en los meses más fríos del año. Por eso en la Ciudad arrancamos con el Operativo Frío. Ante las bajas temperaturas, todos los equipos del BAP comenzaron a salir al encuentro de las personas en situación de calle para brindarles un plato de comida caliente, alimentos secos y abrigo, y también para invitarlas a venir a uno de los 38 Centros de Inclusión Social, donde reciben asistencia con un abordaje integral”, expresó María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de Ciudad de Buenos Aires, quien visitó el remodelado "BepoGhezzi" y recorrió las obras junto al Secretario de Inclusión Social y Atención Inmediata, Sergio Constantini, y Lucas Castrogiovanni, director General de Protección y Desarrollo Sostenible.
Mariano Oro, otro usuario del Centro de Inclusión Social, cuenta que ya hace "un mes, un mes y pico" que está viviendo en el parador. "La verdad que es un lugar donde uno está tranquilo. Me han ayudado mucho", describe.
"La calle no es un lugar para vivir", refuerza Mariano. Y aconseja a los que estén en problemas como él que se acerquen a los paradores para tener una posibilidad de salir adelante. "La verdad es que existen dispositivos como éste, donde si uno quiere cambiar te pueden ayudar", concluye.
Operativo Frío
Durante los meses de invierno la Ciudad refuerza los equipos para aumentar la presencia territorial en los días de muy bajas temperaturas. Esun operativo integral para abordar a las personas que se encuentran en situación de calle frente a las bajas temperaturas, entre los meses de junio y agosto inclusive. La Ciudad suma a los esfuerzos de todo el año ayuda frente a los meses más fríos del calendario.
Cuenta con 25 equipos de atención todos los días y en aquellos en los que la temperatura está por debajo de los 5 grados se duplican a 50, en los que participan autoridades del GCBA, voluntarios del GCBA y vecinos/as de la Ciudad.
La política integral hacia las personas en situación de calle apunta a atender con calidad la emergencia; acompañar a la persona en reconstruir sus vínculos y dar oportunidades de construir un nuevo proyecto de vida y salir adelante.